jueves, 19 de septiembre de 2019

Cómo tener una contraseña que sea segura

Gran parte de nuestra vida está en internet. Y la única "llave" que impide que cualquiera tenga acceso a nuestros datos es nuestra contraseña. Por ese motivo, es fundamental que las contraseñas que usamos para nuestras cuentas sean seguras.

Una contraseña segura debe tener:

  • Dos o más mayúsculas: ABCDE...
  • Dos o más minúsculas: abcde...
  • Dos o más dígitos/números: 12345...
  • Dos o más símbolos: !"$%&/()=?@+-
  • En total, su longitud debe ser de, AL MENOS, 8 caracteres. Tampoco es recomendable que sea  muy larga, porque tardaremos mucho en escribirla y, además, es más fácil cometer errores y tener que volver a empezar. Entre 8 y 12 suele ser una buena longitud.
Una contraseña NO DEBE TENER solamente:
  • Fechas 
  • Números de teléfono o DNI
  • Nombres de mascotas
  • Matrículas de coche
  • Direcciones
  • Palabras que estén en el diccionario 
  • Otras combinaciones fácilmente adivinables.

Las peores contraseñas son, sin dudas, las fechas importantes en nuestra vida como, por ejemplo, usar la fecha de un cumpleaños: 18092010 (18 de septiembre de 2010)

Sin embargo, partiendo de esa "mala" contraseña (solo tiene números y es fácilmente adivinable) sí que puedo generar contraseñas seguras.

  • En lugar de poner 18 con números, puedo escribir diEz
  • Luego puedo añadir y8
  • Puedo quitarle las vocales a septiembre y poner alguna mayúscula -> spTMbr
  • Puedo separar 2010 en 20 y 10 y poner 20 al principio y 10 al final
  • Puedo añadir dos símbolos dónde quiera. Por ejemplo, @ y  
  • IMPORTANTE: Evita usar espacios, y símbolos que SOLO se usan en español como tildes, ñ, ¿, ¡, á, é, í, ó, ú, etc.

De esa manera, se puede transformar una contraseña débil, como 18092010, en una fuerte como 20@diEzy8spTMbr?10

Otros ejemplos en los que podemos convertir la fecha 18092010 son:

20@diEzy8spTMbr?10

10+8CEro9Veinte-10

(10Y8SEPtmbre20-10?

sepTIEMBRE18/DoSCero10

¡Ahora ya no tienes excusa para tener una contraseña segura!: difícil de adivinar pero fácil de recordar.

Recuerda apuntar la contraseña en un papel, guardarla en un lugar seguro y darle una copia a tus padres. Hasta que no la uses muchas veces ¡es normal que se te olvide!

Por último, recuerda que las contraseñas ¡no son para siempre! Hay que cambiarlas al menos una vez al año. Pero, con el truco anterior, es muy fácil "reutilizar" una misma contraseña haciendo pequeños cambios. Seguirá siendo fácil de recordar, pero difícil de adivinar.